Capitulo 16

Gerard jugaba con sus dedos, metiendolos y sacandolos por el pantalón.
Yo ya estaba semimasturbandolo por afuera del boxer; sentía su grueso miembro desviado hacia un lado con mi palma .. aahh..

Recuerdo que ahi sonó su celular, nos detuvimos, él lo sacó de su bolsillo y lo apagó.

-¿En qué estaba? -susurró- Ah, si..

¡Metió su mano por adentro del boxer! Ah, me derretí.
Me lo tocó levemente, casi como inspeccionando (mi erección?) luego se rió y me susurró al oído.

-Esto está mal, Frank.

Abrí los ojos y me incorporé.

-¿Por qué? No.. no está mal -dije relamiendome los labios.
-Frankie -esbozó una gran sonrisa.
-¡Ya! -me sonrojé de vergünza- quizá es muy luego, no no -reí nervioso- qué vergüenza.
-Ah.. -suspiró- te quiero tanto -sonrió muy abiertamente y se rió.

Nos volvimos a acostar, dando por terminada la escena sexy del dia.
Y eso fue. Nunca habia alcanzado ese grado con nadie, aparte de que sólo he estado con minas, a ellas a lo más les tocaba los pechos, pero ésto realmente me excitó.
Bueno, seguiré relatando.

-¿Quién te estaba llamando?
-Nadie importante.
-¿Cómo nadie imporante?
-Da igual -sonrió a la fuerza, se veia preocupado.
-Gerard -me quejé frustrado- no es justo esto.
-¿Qué cosa? -hizo un puchero.
-Tú sabes practicamente todo de mi.. siempre me preguntas cosas y yo te respondo con toda sinceridad .. y yo en cambio no sé nada de tu vida. Eso es injusto.
-Ah.. -bajó la mirada.
-O sea, se supone que confias e nmi, sé que me has contado sobre tu vida amorosa, lo que es casi nada, historias con tu hermano o algo sobre tus cosas favoritas, per..
-Pero si da igual, mi vida no importa mucho.
-Ya.. -me separé de él y me senté, enfrentandolo.
-¿Viste? Fácil.
-Qué pesado. Es injusto para mí.
-¿Pero por qué quieres saber de mi?
-Porque me interesas.

Mi expresión cada vez se volvía más dura.

-Ah..
-Oh.

No supe qué mierda hacer. No me creo tan importante como para chantajearlo con un 'si me quieres me hablarás de tu vida'.. Asi que luego de un minuto solté una frase más o menos mala insegura

-¿Por qué a Eliza le cuentas todo?

Me lanzó una mirada fría y se sentó en el borde de la cama junto a mí.

-¿Vas a seguir?
-Quiero saber -dije un poco apenado y arrepentido- no sé si te haces el que no sabe o realmente no entiendes que me interesas.
-Ah.
-Deja de decir 'ah' ..! -lo miré con disgusto- sólo logras desanimarme más.

Pensé en ponerme a llorar para manipularlo, por lo que empezé a esconder mis labios y bajé la mirada.

-No llooores.. -dijo riendo con culpa- ven..

Trató de abrazarme contra él pero no me dejé.

-¿Estás celoso de Eliza? -hizo una pausa- No creo.. ¿Un poquito? -me acarició la cabeza- Por favor no te pongas así.

Lo miré y le hice un puchero.

-¿Por qué con Eliza?

No dijo nada, se quedó en silencio. Lo observé y noté que estaba ruborizado y se veía estresado.
Uo me frustré intensamente por todo el tiempo que estuvo sin hablar, ¿habrán sido unos dos minutos?

-¿Por qué no me entiendes un poco..? -susurró.

Suspiré y hablé.

-Porque no me has dicho nada que necesite de mi comprensión.
-Porque..

Su voz se quebró y yo lo quedé mirando con los ojos abiertos como platos. Nunca había visto a Gerard débil.. no es que no me imaginaba que lo er, si no que simplemente nunca lo había 'demostrado'.
Nunca lo había visto triste, siempre era o alegre o serio, indiferente..
Nunca había hecho notar que algo le daba pena, o vergüenza, o estrés, o enojo, o cualquier sentimiento. Siempre tenía esa actitud de 'no me importa'.

-¿Gee?
-Ah..

Se restregó los ojos y se levantó. Pude darme cuenta de que estaba a punto de llorar.

-¿Qué hora es?
-Las siete.. ¿Qué? ¿Piensas irte?
-Sí..
-¡Pero Gerard!

Tomó su bolso e hizo un ademán de que lo acompañara a la puerta principal.

-Sé que estoy siendo problemático, escandaloso, irritante.. lo siento -su voz se cortó.
-¿Pero por qué te vas? -dije siguiendolo por las escaleras.

Llegamos a la puerta, se volteó y ví que estaba con los ojos llorosos.. es más, ya había derramado un par de lágrimas, que limpió con la manga de su chaleco antes de hablar.

-Estoy creando más problemas de los que debería, perdón, es que se me vino todo encima y no me siento bien -me besó la mejilla- Chao.

Abrió la puerta y se fue.