sábado, 16 de mayo de 2009

Capitulo 20

-¡Yo también!

Bert echó la cabeza hacia atrás mientras sonreía y cerraba los ojos.

-¿En serio? -pregunté asombrado.
-Sí.

Una ola de alivio me inundó, juro que la sensación fue extremadamente agradable. Bert no me rechazó, ah, que bien se sintió y se siente saber que hay otro de mi lado en mi grupo de amigos.

-Somos dos -dije un poco conmovido.
-Sí -me sonrió- y no tengas miedo de los chicos..
-Iero, Mccracken, ¡trabajen!

Tomé un lápiz y bajé el tono de voz.

-¿Ellos saben que tú..?
-Sí -me interrumpió- un dia de esos en que tú te vas con Gerard se los dije -miró por la ventana- el lunes, antes de ayer.
-¿No pensabas contarme?
-Obvio que sí, pero cuando se diera la ocasión..
-¡Ah!- el profesor se levantó- Chicos, en el ejercicio cuatro hay un error..
-¿Hoy dia skate? -preguntó Bert obviando al profesor.
-Me encantaría.
-Ps, ¡Jimmy!

Jimmy, que se encontraba en el otro extremo de la sala volteó la cara.

-¡Limpia tu patineta vieja! -gritó Bert entre risas.
-¡Mc'Cracken! Afuera.
-¡Pero si hago la actividad!
-¡La hace Iero solo!

Y bueno.. para qué seguir.
Apenas llegué a casa tomé mi skate y nos fuimos. Bert nos mostró las fotos de Audrey.. perra
Ahora Jimmy también sabe sobre mi orientación sexual .. Me siento bien, libre, feliz..
Aunque me apena la vida actual de Gee.


Viernes 24 de Abril.

Maldito dia de mierda.
Gerard no fue al colegio (y Eliza tampoco)
y como habiamos quedado de acuerdo en que yo iría a su casa a las 5, fui.

Se me olvidó llevar la guitarra menos mal pero no quise volver a buscarla (ya llevaba medio camino). Toqué el timbre y me abrió su mamá. La saludé alegremente y ella intentó ser amable a pesar de su notable estado de tristeza. Subí las escaleras y llegué a su cuarto, la puerta estaba cerrada pero no con seguro, por lo que la abrí en seguida.
Y lo ví.

-Llegaste temprano -susurró con los ojos cerrados.

Estaba acostado en el piso, con los brazos extendidos y rodeado de lápices, hojas, cigarros fumados hasta el filtro, cenizas, bolsas y papelitos.

-¿Qué mierda? -cerré la puerta tras mí.
-Estoy cansado -musitó.

Me paré frete a él y le ordené que se parase.

-Ya.

Se incorporó con dificultad y se sentó en la cama.

-¿Qué te pasa?

No respondió. En cambio, empezó a limpiar un polvito blanco de su velador, tirandolo al suelo.

-¿Qué es eso? -comenzé a desesperarme.
-Nada..

Se lanzó hacia atrás y cerró los ojos. Yo lo levanté e hice que se parara.

-Qué mierda te pasa.
-Fraank.. -me abrazó- Perdón, esta es la última vez.
-Te drogaste.
-Sí.

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