miércoles, 17 de febrero de 2010

Tú, tú, siempre tú, yo... yo nada ni nadie.

Era verdad entonces, la magia se había extinguido. Aunque no me sentía tan seguro de afirmar, nunca lo hago, no me gusta tragarme mis palabras. ¿Y qué hacemos ahora? Creo que construí castillos sobre un dudoso aire, ahora me siento perdido... ¿Te produzco nervios ahora? ¿Te da vergüenza estar tan cerca de mí? ¿Te interesa conocerme, saber de mí? Se me ocurren tantos temas de conversación para salvar el vacio que nuestra distancia amerita, pero tú no ayudas. ¡Nunca ayudas! Mi primera impresión sobre tí me está ganando ahora, ¿y si soy un experto de la intuición? ¿Es que cómo puede ser? Todo era tan lindo hace tan poco, ahora todo en mi vida volcó y las luces dicen "miedo".. Y ya ni si quiera es de perderte, es de esta desilución que viene aflorando de a poco, porque no sé si estoy alucinando o si estoy viendo con claridad. ¿Qué hay aquí? Un hermoso puente, un hermoso puente tan débil y frágil, como mi seguridad. Siento que soy una marioneta, tu marioneta, te dí las cuerdas para que me manejes a tu antojo, para que higas lo que quieras conmigo, me duela o me haga vivir lleno de energía, ahora no sé cómo sentirme, siento un océano dentro de mí que quiere romper en olas y llegar hasta tí... ¿Qué nos pasó? O nunca me dí cuenta... Me duele, quiero ser algo más para tí, no sé si soy el problema o lo eres tú, o los dos tenemos la culpa. Porque siempre veo en blanco o en negro, lo siento, no puedo hacerlo de otra forma... Pero dime, Frank, ¿podemos arreglar esto, o hacerlo si es que no hay nada?
Por lo poco que conozco de mí sé que soy un obstinado, seguiré intentando llegar a tí, como sea, soy capaz de seguirte, rogarte indirectamente, humillarme sin intención, clamar tu atención... Tu atención. ¿Para qué la quiero? Si se supone que ya soy dueño de ella... Tú tienes toda la mía, eso ya lo sabes. Pero sigo, según tú te gusto tanto, me quieres tanto... te comportas de maneras tan lindas, pero ahora simplemente estoy impresionado de tu falta de interés hacia mi persona, de tu frialdad, por decirlo asi. Tu indiferencia. ¿Tu egocentrismo? Mi esperanza es que mi sinceridad toque tu alma y te haga reaccionar, aunque los pocos intentos que llevo deberían golpearme y hacerme voltear la cara. Bueno, ya lo dije, soy un obstinado.