miércoles, 13 de junio de 2012

mi pequeño amor 1

Entonces esperé a que fueran las 12, simplemente porque quería dejar un día para descansar de ti. Eran las 00:03 según mi celular y ya quería llamarte, mandarte un texto, meterme a tu perfil de Fb e incluso hubiese ido a visitarte.
Digo 'incluso' como si fuese una idea imposiblemente loca.
Y no, no lo es, porque efectivamente fui.

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Cómo amo esas caminatas en las que cigarros me acompañan mientras mis pies se mueven lento. El aire frío, despejado, esa brisa leve y helada como el océano me hacen pensar de que quizás debería controlarme a mí mismo antes de controlar sentimientos hacia ti. O incluso antes de acercarme a ti.
Paré un momento para terminar mi segundo cigarro. Quedaba una cuadra para llegar a su casa. Eran las 00:43. Cuarenta minutos exactos habían pasado desde que decidí visitar a Gerard. Y al parecer se me estaban quitando las ganas. ¿Qué pensaría? Era muy tarde y no tenía excusas. Bueno, quizás sí tenía, pero era una sola, y me daba vergüenza darla. "Creo que estoy enamorado de ti".

Mutilé esa colilla con mis vans. Miré las casas. Lindo barrio. Bien iluminado, muchos árboles, muchos buzones.

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-¡Frank! -sus ojos se abrieron como platos y en ese instante quise salir gritando y corriendo. ¿En qué estaba pensando? -Bajo al tiro -gritó, y desapareció de la ventana del segundo piso.

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