viernes, 19 de junio de 2009

Capitulo 25

Vi la hora, faltaban 30 minutos para que tocaran el timbre y nos fueramos a casa. Me pregunté inocentemente por qué Gee me había dicho eso, pero de todas mneras pedí permiso, porque estaba demasiado caliente.Bajé corriendo las escaleras y cuando llegué al baño lo ví.
Estaba sentado en el mueble del lavamanos con su estuche al lado.
Me apresuré a besarlo, pero no me dejó, y en cambio sólo me tomó de la cintura y abrió las piernas para que yo quedara entre ellas.

-Si yo fuera profesor.. no permitiria erecciones en mi clase -dijo con tono serio pero con una sonrisa pícara.
-Y si yo fuera profesor comprendería que hay motivos de sobra par..
-¡Ah! -rió avergonzado- ¿Yo un gran motivo para tu excitación?
-Demasiado grande.

Él me besó. Partió acariciando mis labios con los suyos.. lo hizo por mucho rato, sentí que me volvía loco con esa maldita espera que terminó cuando introducí mi lengua en su boca. Lo besé con pasión, con frenesí, deseoso de probar su cuerpo. Mis manos recorrieron sus muslos sólo por un minuto, porque no pude contenerme y acaricié su entrepierna como demente.
Él me regaló algunos geidos que me excitaron aún más.
Me agarraba de la cintura y de a poco se iba acercando a mi, hasta que por fin nuestros miembros chocaron; pude sentir toda su dureza contra mi.

-Ven, ven -dijo separandose de mi.

Se apartó y caminó hacia un cubículo. Lo seguí con prisa y emoción.
Estabamos en un baño público, en el cual cualquiera podía entrar y encontrarnos.. y aunque sea tanto, la idea de que se pillaran con dos hombres me excitaba aun más. ¿Era como prohibido?
Jaja, ahora que lo pienso es bastante idiota.
Nos encerramos y seguimos besandonos, al tiempo que con nuestras manos tocabamos nuestras espaldas por debajo de la ropa.

-Frank -susurró.

Sacó sus manos de mi espalda y abrió mi pantalón.
Yo mientras abrí el suyo, por lo que nuestros miembros quedaron a la vista de ambos. Lo que vieron mis ojos me sorprendió (de buena forma), y no pude resistirme a acariciar aquel regalo que la vida me había dado..
Jaja, Dios, que romántico, cursi, patético suena eso..
Lo repito por enésima vez; Gerard me tiene asi.

Nos besamos y masturbamos hasta llegar al punto máximo de excitación, al que obviamente no tardamos en llegar. Y despues de lavarnos y asegurarnos de que nadie nos viera, partimos satisfechos a nuestras salas.

1 comentario:

J.K. dijo...

Bonita historia pero siguela xD!