martes, 2 de agosto de 2011

fights II

sFinalmente llegaron los demás y estuvimos hasta las 5 am en el play station, comiendo, fumando, pero por sobre todo tomando. Hace mucho tiempo que no tenía tanto alcohol en mi cuerpo y, sinceramente, quedé mal.
Mi último recuerdo de la noche consiste en verme tirando un joystick lejos, y todos abucheando porque yo era muy malo para jugar. Retumbaban sus risas en mis oídos y el suelo me invitaba constantemente a reposar en él. Me senté en una silla, tomé de un vaso -no sé qué- y conté un chiste tan bueno que todos me celebraron y me fueron a abrazar, dar besitos y cosas por el estilo. Yo ya no podía más, anuncié mi retiro al baño y me largué. Uno de los chicos me siguió, me dijo que cuando me sintiera bien volviera a celebrar por no sé qué mierda. No respondí nada, apuré el paso y llegué al inodoro justo a tiempo para vomitar. Me quedé dormido un rato, y Quinn me fue a despertar.

-¡Pero vieja! Levantaos y seguid alumbrando nuestras vidas. Despierta, loco.
-Mm...
-Gerard, ¿cómo te sientes?
-Si me tomé como seis vasos... todos cagados... Qué chucha.
-Ni cagando te tomaste seis -soltó una carcajada-, ya, hueón, vamos.

Me tomó, me llevó al lavabo para que me limpiara la cara y boca y partimos de nuevo. Yo me encontraba mejor, pero mejor específicamente en el sentido de que ya no tenía náuseas, porque las paredes seguían bailando y los colores se fundían unos con otros tan como lo hacían antes de ir al baño.
Frank tocaba guitarra y todos cantaban. Yo igual canté, pero al parecer puros garabatos, porque se rieron de mí y Frankie se acercó a mí y me dijo que me aprendiera las canciones antes de cantar. "¿O estás demasiado borracho como para pensar?".

Desperté en mi cama, con polera y boxers; Frank a mi lado, en las mismas condiciones. Para darme cuenta que él estaba junto a mí tuve que voltear mi cabeza, y se imaginarán cuánto dolió eso. La peor caña de la vida. Emití un silencioso gruñido e intenté seguir durmiendo, pero mis débiles cortinas dejaban pasar la luz solar como un colador al agua. El dolor que ésta me producía no me dejaría conciliar el sueño.

-Frank -susurré.

Se despertó de inmediato. Abrió los ojos como asustado, algo que me causó gracia debido a lo bajo que hablé. No dijo nada, sólo se quedó mirándome.

-¿Pasó algo?
-No, sólo te quería despertar.
-No, no. Digo, ¿pasó algo? -reiteró al tiempo que se miraba a sí mismo y luego paseaba sus ojos por mi cara, curioso.

No hay comentarios: